Los martes son noches de Champions League, eso los místers del CSI lo sabemos, pero como es natural, por estas fechas la Liga de Campeones se toma su merecido descanso para evitar, entre otras cosas, las bajas temperaturas. Sin embargo, sus protagonistas no descansan, al menos los rojos, que como si de una finalísima de la máxima competición continental se tratara, quisieron brindar a la afición una auténtica noche de espectáculo. Así empezaba: 22-D, una “Noche de Champions”.
Como “zona cero” de todo este circo se presentaba el ya habitual Restaurante Jumilla, ese sitio del que cada vez que sales piensas “no volveré más” pero que tiene algo que al final te hace repetir. Tal vez sea su vino peleón, o la famosa 13-14 con la que siempre nos obsequia el jefe ya sea con las bebidas/vino o con los postres (tag: 13-14: famosa artimaña de embaucamiento realizada por una o más personas con el fin de engañar, liar, embaucar a otro u otros, que consiste en “meterla doblada” y “de estrangis” al segundo. También conocida como 3-14 o hacer “la paki”.) , para otros son la tele por donde ver de reojo el partido de turno, la máquina tragaperras de la entrada, la escalopa o los cuadros de 60 euros que decoran el lugar. Sea cual sea el motivo, el hecho es que ahí estábamos.
Los protagonistas se hicieron rogar. Las primeras apariciones corrieron a cargo de los coordinadores Rins&Solleone e ilustres como Franc y Christian o novatos en estas lindes como Colla (buen debut chaval…lo diste todo) o Tom. Poco a poco fueron completando el reparto grandes ases: Eiduro (otro debutante), Minieri, Jandro, Nipa, Simó, Valls, Baró, Sergi (en adelante “Gay”) o Quique. Faltaron caras fundamentales como el Guaje, Beren, Rivera y la representante femenina de la cúpula rojilla, baja muy comentada durante toda la noche. Cabe decir que las expectativas de asistencia estaban por las nubes, algo que no pasó inadvertido para el propietario del restaurante, quién recrimino al primero que pasó por ahí que no fuéramos más precisos en la reserva, ya que pedir ¡41 sitios! Para tan solo 19 asistentes finales, es de ser inútiles ¡¡¡tete coordinador!!!
Atentos al reparto de vinos y platos, los comensales empezaron a saborear las tostadas (al Minieri se le adelantó el suelo, que se hizo con su fuet en el primer despiste que cometió el de origen argelino), ensaladas, hamburguesas o pasta carbonara, al mismo tiempo que iban vaciando las botellas de vino previamente apalabradas por el jefe, muy atento él a la posible puesta en práctica de la “paki” anteriormente mencionada. El vino iba haciendo de las suyas y aumentando la temperatura y los decibelios del local, ¡Miniei ya hasta engullía monedas! en un desesperado intento de ajustar su balance de cuentas. Se jugó bien en el restaurante, pero como bien sabemos en el CSI, fuera de casa no nos sentimos totalmente cómodos.
Con esa intención trasladamos la expedición. Ante esto, algunos abandonaron el barco alegando desde: viajes a no sé dónde a recoger a los abuelos, exámenes (¡por favor! ¡cuéntaselo a otro!), o todo tipo de excusas baratas. Rins, Casals, etc, se quedaban en el camino. Nuevo destino: El Sans.
Aquí ya nos sentíamos más agusto: terreno profundo pero estrecho, el público cerca del campo y el ambiente cargadito. Las jarras fueron la principal elección, aunque algún cubatilla suelto también cayó. Con el paso de las copas, perdón, las horas, algunos se fueron animando, incluso alguno que no tenía pensado ni beber, o tan si quiera farrear, ya solo podían pensar en comenzar a hacer de las suyas por la noche barcelonesa. No faltaron micaelas, gritos made in simó o tertulias futbolísticas y rumores de fichajes o bajas entre otros temas. Todo ello provocó alguna reprimenda por parte de Jonatas, ex jugador del Espanyol, que tras su frustrante paso por Montjuic decidió encargarse del local que frecuentamos. Vistas las restricciones impuestas por el “colegiado” y la necesidad de dar rienda suelta a nuestro instinto animal (alcoholizado) decidimos salir a la calle y brindar a los vecinos del barrio de san Gervasio nuestro mejor repertorio de cánticos que una noche de tal magnitud merecía (“Jordi dimisió”, “miguel miguel”, “sal, azúcar…”, o “si si Simó come moh” fueron los temas elegidos para la actuación. Se coló algún espontáneo, se dice que con placa en mano, pero no recuerdo haberlo visto, no se porque…el caso es que tras dar el merecido curre al señor Minieri fuimos marchando en busca del Tiffany’s donde el coordinador nos había prometido entrada gratis. Efectivamente, no solo no hubo entrada gratis, sino que por no haber no hubo ni entrada, ya que se nos negó la posibilidad de desplegar nuestro juego en el recinto. Se rumorea que el portero era conocido, más concretamente, que era el coordinador del Pere Gol, y que como en su día dijo, “Tú, tú y tú, no sois bien recibidos en nuestro campo”, dicho y hecho. En vista del panorama, y por descarte en función de disponibilidad, proximidad y precio, la única plaza posible estaba decidida: Buccaro.
E aquí donde entramos en materia. Desde pequeños, en el San Igna, nos enseñan a mover el balón por el piso, a tratarlo bien, a mimarlo, y así intentamos los presentes transmitirlo a las nuevas generaciones. Como dijo un día un imitador de Minieri, “el balón es como la mujer: hay que mimarlo, acariciarlo, enamorarlo y conquistarlo”. Dándole la vuelta a eso, cambiando el orden (para nosotros el balón ahora era la mujer) y algunas palabras (mimar por apretar, acariciar por acosar y conquistar por abalanzarse) lo dimos todo para dejar el nombre de nuestra institución bien alto. Entre nuestras filas había gente con muchísimo peso (tu no, Mini, tranquilo) y con capacidad para echarse el equipo a la espalda. Un gran Eiduro no defraudó desde el inicio, sin dejar de dar asistencias a cualquier monada (como dice él) de la que caer “in love” con una mirada y declararle su fidelidad incondicional. Ante tal abrumador despliegue de cualidades, alguna tenía que entrar aunque fuese de esos goles poco vistosos pero que valen igual. Otro de los que salieron enchufados fue Baró. El de Vilassar sufrió agarrones (ahí abajo, si…) y todo tipo de triquiñuelas, incluso de sus propios compañeros, para evitar que ofreciese su mejor versión. Pero cuando uno está en racha todo sale, y ¡hasta 3 veces puede llegar a salir! Un buen hat-trick si señor, eso es opositar al Balón de Oro (Marc, sabías que lo iba a hacer y asumo las consecuencias, pero tú verás lo que haces, tal vez en julio acabes teniendo muuuuucho tiempo libre…). Ante todo este panorama no podía faltar la clásica lucha de egos. Alguno quería dejar claro quién es el que al final decide el partido, como bien hace CR9, que si no es suyo, el gol ni lo celebra, pero sabe que él debe marcar o sino, al amanecer, las portadas pueden ser muy duras. Nuestro CR9 no es otro que el señor coordinador, si, Jordi Solleone, The One, ese tipo que ama la naturaleza, de ahí su profesión, socorrista de salvamiento marítimo. Tanto tiempo en el mar hace coger cariño a los animalitos que en él habitan y en un momento dado, es capaz de hacer cualquier cosa para ayudarlos, incluso cuando el animal es de medidas importantes, Jordi es el primero en unirse a la causa ya promovida anteriormente por GreenpPace…un “Save the wales” nunca viene mal Jordi, eres todo un ejemplo, ¡grande jefe!
Otro de los bonitos duelos de la noche se dio en el último tramo del partido. En el Madrid actual ya se sabe que arriba es Cristiano más otro, llámese Higuaín o Benzema, pero uno de los dos es de la partida y muy probablemente, será sustituido por el otro, la clave está en ver cuál de los dos aprovecha mejor sus minutos. Ese duelo lo protagonizaron un confiado Sergi Fabregat (como he dicho antes, en adelante, Gay) y el veterano Rodri, que tras el descenso el año pasado con el Infantil (y alguna que otra embaucada al actual míster de los del ’93, en forma de crack que resulta no serlo, y ya sabe a quién me refiero), quiso remendar el error y lo dio todo para saber que, sinceramente, lo siente mucho, fue un accidente (lo mismo le dijo a Sergi 10 minutos después). Pero vayamos al grano. Sergi partió de titular, durante la semana había convencido al míster y aunque como Higuaín, su fútbol puede no ser el mejor pero los números hablan a su favor. Durante el rato que estuvo en el campo se movió bien, creo espacios, echó una mano en tareas defensivas (también llamadas coberturas) y se vació, se vació tanto que obtuvo premio, de nombre parece ser María, amiga e introducida por la hermana de un ex jugador del amateur y jugadora en activo del CSIF (si es que estas chicas saben!). Estuvo bien Gay, pero acabó desfondado y el míster, en este caso “la” mister, decidió sustituirlo por el de siempre. Fueron 10 minutos Gay, pero en comunio hubieses hecho un +12 fácil, lástima el final. El árbitro sacó el cartelón, Rodri era el elegido y Gay el sacrificado. Tenía poco tiempo pero debía aprovecharlo y de eso Rodri sabe mucho, no se siente aho’gao por el reloj y busca portería rápido. Tuvo un par claras, una de ellas rozando el poste, pero finalmente tuvo premio, al igual que al Gay, la tuvo y no falló, de nuevo María hacia las delicias del delantero del CSI y dejaba contentos a los dos killers. Ella podía ser el Xerez fácilmente, al que es fácil hacerle goles, pero un golito siempre es un golito aunque sea ante el mismo equipo y en el mismo escenario así que, firmaron tablas.
Mientras tanto, otros cracks poblaban el campo. Minieri, después de largos meses en el dique seco por lesión, reapareció, y aunque se le vio falto de minutos, dejó buenas sensaciones, (“por fin me he vuelto a sentir putero” dijo en sala de prensa). El que nunca hace nada pero siempre acaba marcando, Balcells, dejó grandes muestras de porqué es el capitán. Busco paredes, lo que no son paredes, estuvo muy participativo y tuvo premio poco después del descanso. Según declaraciones de Oriol Parera, “Balcells es titularísimo, es un ejemplo para los más jóvenes y lo da todo cada partido como si fuese el último” por lo que se entiende que seguirá goleando durante muchas noches en el futuro, nos alegramos por ello. Otro que estuvo tremendamente voluntarioso pese a sus problemas físicos, de hígado más concretamente, fue Quique. “La grúa” estuvo sublime. Aunque su sueño sigue siendo ser el Pedrito del San Igna y ser el primero en marcar en todas las competiciones, las cosas le van saliendo a cuentagotas, pero ganas no le faltan. Esto a veces le provoca ansiedad y se ve reflejado en el campo. Este martes, por ejemplo, tuvo que tirar de inventiva y no dudó en hablar de una tal Jeena (dijo que se escribía así) sobre la que dijo, tuvo el placer de “conocerla” aunque reconoció que esta fue baja a los dos minutos de la presentación formal. Reconocer esto tiene mucho mérito por tu parte Kikinho, no es fácil hacer pública una cosa así.
Otros aparecieron menos, como el caso de Nipa, que jugó poco por bandas y visto el panorama abandonó el encuentro en el descanso dejando mal sabor de boca, y lo que es peor, relegando a un prometedor Alex Valls al banquillo. Ojo al mediando de los Valls R-C, que desde que ha subido al primer equipo a completado grandes apariciones y amenaza la titularidad de alguna baca sagrada. Dicen que Ferguson, Wenger o Mourinho andan detrás de él, pero por el momento son solo rumores, son rumores…También desapareció en combate el ex coordinador y actual entrenador del Juvenil A, Franc Carbó, que viendo el ritmo de los compañeros y la prematura baja de su segundo entrenador Christian Rull e vino abajo a las primeras de cambio y completó una de las noches menos inspiradas que se le recuerda, y más aun sabiendo de lo que es capaz de hacer. Se esperaba más de él. Otro que no pudo aguantar la intensidad del encuentro fue Colla, quién notó el cambio de división, lógico, ya que el paso de juvenil a amateur es conocido por su dureza (lo de pasar de Malibú&Piña a JB&Cola es lo que tiene) aunque dejó muestras de que puede llegar a ser un hombre clave en el futuro.
Ya en el “group persouivants” pudimos ver a auténticos gregarios, o trabajadores solidarios diría yo, como Simó, un tocado Seto, Batlle o Cuchu, que sin cuajar una gran actuación, dejaron buenos detalles aunque les pesó la acumulación del partidos y el hecho de volver a jugar con sus selecciones, ¡maldito virus FIFA!.
A eso de las 6am, y cuando el Buccaro “The Club” había pasado a ser Buccaro “The Outlet” (nada aprovechable ni siquiera entre los restos de los restos…!) el árbitro, DJ Tete, indico el camino a los vestuarios. Ya en sala de prensa los jugadores se mostraron muy satisfechos por la victoria e incluso pudimos hablar y guardar documentación audiovisual de parte del equipo rival (pudimos entrevistar a Willy, la orca, protagonista por su incidente con Jordi) e incluso comentar lo visto con algún ilustre desaparecido como Jorge, que prefirió ir a ver el Lions-Warriors antes que el partido de su equipo. Se dice que la falta de minutos que sufre últimamente fue el causante de tal decisión. Una larga travesía a pata hasta casa para unos, o una ruleta rusa con el coche hasta casa rezando por no encontrar una patrulla de “guretas”, fue un buen final para un acontecimiento que será recordado por todos con cariño, ya que por fin podemos decir que, y esta vez sí, hicimos realidad la ¡¡ CENA DE MISTER CSI !!
¡ SOIS GRANDES ¡ SI SI SI CSI!!
Changas “O’ Fabuloso”.